miércoles, 3 de octubre de 2012

Kraftwerk: una banda punk


Hay algo un tanto contradictorio en rebelarse contra algo que se rebela. Si ademas sazonamos con dialéctica barata, en donde uno siempre esta rebelandose a algo, terminamos concluyendo que la rebeldia es una mera descripción de eventos, que justifica que tengamos un CD de los Dead Kennedys junto a uno de Estela Raval. En este marco, la rebeldia es una cuestion de grado.

Pero situemonos en 1974-1977. La rebeldia asociada a ese períódo (la del Attaque 77) pone a los Ramones, a los Pistols o a Television y se saltea a Kraftwerk,  que mezclaban a Stockhausen con los Beach Boys (Autobahn). Digamos, God Save the Queen, Blitzkrieg Pop y Show Room Dummies (en todas sus dimensiones, musica y letra, sobre todo) son a Going for the One (de Yes) lo que Borges a Ricardo Fort.

Ahora, no te confundas. El minimalismo no es trivialidad ni simplicidad, como las fuertes alusiones a la armonia cuartal en Trans Europe Express, entre miles de sutilezas, lo demuestran.

Bueno, me voy dejandolos con estos pibes sensibles de Dusselforf, con quienes la musica de los 80 en adelante acumula una enorme deuda.  Uno de los errores mas estupidos que cometí en mi vida es no haberlos ido a ver cuando tocaron a no mas de 10 minutos de mi casa

Recomendación: la version de Trans Europe Express, entera de un saque, sin parar. Y en alemán, por supuesto.


jueves, 27 de septiembre de 2012

Jose Luis Perales y la muerte del CD


Diez temas, unos 45 minutos, una vez por año.  Asi era el ciclo de la música popular hasta no hace mucho. Todos esperábamos “el ultimo de”, año tras año. Mucha regularidad para un emprendimiento artístico y libre como la creación musical. Muchìsima. Demasiada.  Hay dos posibilidades: 1) el torrente creativo de los músicos populares (ilimitado como las vertientes que buscaba el viejo barbudo de la propaganda de Resero) se enfrenta a las limitaciones logísticas y técnicas que impiden sacar mas de un disco de 45 minutos por año.  2) La voracidad y las reglas del mercado exige a las bandas vomitar un CD al año, para no perder el momentuum, aun cuando haya que rellenar con cualquier porqueria.  Se me hace que, salvo honrosas excepciones, lo segundo domino la practica habitual

El CD/vinilo anual nos obligo a soportar tremendos bodrios para ver si algo se caia. ¿Por qué? Porque primero elegimos al artista y luego a su arte. Entonces, nos tragamos uno de Supertramp al solo efecto de que aparezca esa canción simpática, entre en un farrago de bodrios como cuñado imbancable en Navidad.

Pero el argumento funciona al revés: huimos de un artista porque “en promedio” no nos gusta, y nos perdemos sus gemas; es la estadística al servicio de la pelotudez.  

Me agarra algo de nostalgia ver morir a mis compañeros de ruta (los vinilos, los CD’s) pero me alegra pensar que quizás volvamos a como hacían música Gardel, Mozart o los copleros y juglares: cuando les venia en ganas. Entonces, pido un minuto de silencio por el CD, ya en estado catatónico, pero levanto el vaso por los sitios de internet de pibes que postean música nueva, y ponen lo bueno y esconden lo choto, porque ya no tienen mas la presión de arrejuntar canciones una vez por año como perejil en maceta.

Los dejo con Perales y una increíble canción, que se perdió en la pelota de prejuicios que nos llevo a preferir el ultimo de Asia.




lunes, 24 de septiembre de 2012

¿Dónde fueron a parar las chacareras?

Receta para aniquilar formas musicales: 1) tome cualquier género-rítmo popular, 2) pongalo en manos de los intelectuales, 3) agregue jazz, 4) mezcle (y llámelo “fusión”). La musica folclórica es en general funcional (satisface un propósito: quejarse, divertirse, inducir el baile, etc.). Los intelectuales de cuarta la usan para el único motivo que satisface sus vidas: lograr la aceptación de sus pares y el rechazo de los que no lo son. Entonces, a la chacarera le agregan acordes raros, juegan a ver quien respeta menos el ritmo (si es con métricas irregulares, duplica-puntos-palabra como en el scrabble) y se enconan con cualquiera que no distinga una chacarera doble de una trunca, o con quien no tenga una postura taliban sobre si es o no birritmica. Es decir, hacen de un noble género una versión músical de los 100 metros llanos: la transforman en algo que se puede medir (en dificultad, en complejidad, en esoterismo). Y en el medio perdemos todos.

Cuesta encontrar nuevo folclore honesto, que pretenda emocionar más que impresionar. A la matematizacion de zambas y gatos, prefiero al Chaqueño Palavecino.

Me despido con una interprete que no sé cuánto sabia de estó (seguro que mucho) pero que su fuerza emocional lo cubria todo.




lunes, 28 de mayo de 2012

Breve catalogo de monstruosidades musicales


El capelobo es un ser mefistofélico del Brasil, con cuerpo humano y cabeza de tapir. Este tipo de monstruosidades nos advierten de los riesgos de mezclar ciertas cosas.

Como años atrás lo hiciese Dolina con su “Catalogo de Horrores, este blog servicial y solidario como el programa Sabados de la Bondad, ofrece un breve inventario de monstruos musicales. Hijos deformes de contubernios, que jamas debieron ver la luz del dia. No, no estamos hablando de Sepultura, de Cannibal Corpse o de las tapas de los discos de Iron Maiden. Es algo peor. Mucho peor.

1.       Los discos “’Bossa’n “ (‘n Stones, ‘n Marley, n’Maddona, n’Pocho La Pantera, etc.). Solo me entran en la cabeza si tienen un efecto diuretico o si facilitan el transito rápido. Perdon Vinicius. Perdon queridos hermanos brasileños. Pelé es mejor que Messi y Maradona, aunque haya debutado con un pibe.
2.       El disco “Hooked’n Classics”.  Se trata de unas grabaciones de musica clasica con fondo … de bateria y musica disco. Hay un “Hooked on Tchaikovsky” que creo que justifica una invasión marciana / bolchevique. El equivalente gastronomico de ponerle una bocha de Frigor al Dom Perignon. Es más, creo que Dostoievski escribió Crimen y Castigo sospechando que algun día apareceria este CD.
3.       El disco “Heavy Tango”, de Nacha Guevara y el imposible Micky Ronsini. Tangos como Yira Yira, pero con bateria y guitarra heavy.  Posiblemente uno de los peores discos de la historia. Si fuese una pelicula, seria “La Muerte Blanca”, con Federico Luppi y el rubio de los Dukes de Hazzard.
4.       Cualquier disco de Richard Clayderman. Clasicos “light” tocados en piano, con los guantes de boxeo puestos.  Estoy convencido de que en el infierno suena esta música. Clayderman es morocho y con pelo rasta. Se pone la capelu para que no lo reconozcan y lo caguen a botellazos. Buscate un laburo digno, ¡hijo de putaaaaaa!
5.       Los discos oportunistas del dia de la madre (Maradona, Camilo Sesto, Pimpinela, etc.) o de Navidad (Elvis, James Brown, John Denver, etc.). No se qué macabro fin satisfacen estos discos. Creo sospechar qué motivo a la Yiya Murano a rellenar masitas con cianuro.

Bueno, ya es suficiente, más es sadismo puro. Pero dejo el plato fuerte para el final. Nestor Briyo y su “superlunfarock”, mezclando musica disco con letras en lunfardo (??????). Es MUY fuerte, sugiero retirar a los niños, animales pequeños y personas impresionables. El Dante huiria corriendo luego de ver esto.


PD: al Cesar lo que es del Cesar (Masetti). Reconozco alguna inspiracion del excelente blog Discos Bizarros Argentinos http://discosbizarrosargentinos.blogspot.com.ar/.
Agradezco a Lujan Stasevicius sugerir esta línea, librandola (o mas o menos) de culpa y cargo por las atrocidades nombradas en este post.




martes, 22 de mayo de 2012

Postales del rock barrial en los tempranos 80

El sabado arrancaba a cualquier hora, cuando el sueño era derrotado por el hambre. Torre de milanesas, montaña de puré, litro de coca, y de fondo, en el Hitachi (el de la propaganda de Adriana Brodsky), algun caduco episodio del Tarzan patovica de Ron Ely, un rato antes de Sábados de Super Acción.

A eso de las 2, 2 y media empezaban las procesiones. La del futbol, por Altolaguirre, despacito y a guisa de digestión, atravesando La Siberia en dirección al Parque Saavedra. Bromas ocurrentes a la orden del dia, alguno que otro pelotazo fuera de lugar.

La otra arremetia por Olazabal, hacia Belgrano. Nadie tenia registro. Auto, ni hablar. La carga (con plomos voluntarios y de los otros) incluia afónicos cabezales valvulares Calsel de dudosa procedencia, paquidermicos equipos Robertone cargados entre cuatro, cachos oxidados de hi-hat, inexplicables teclados, y el orgullo de las primeras guitarras (Hondo o Epiphone) que ameritaban un estuche rigido. La caravana avanzaba lenta, cercana al cortejo fúnebre. Las chicas del barrio nos miraban (o eso pretendiamos), y tambien los pibitos y las viejas, cuando pasabamos por la Pizzeria Signorini. La frente alta, el corazón latiendo fuerte, y los dedos impacientes, hacia lo del Coco Aguilera.

Ibamos a tocar rock and roll.

PD: homenaje a Vox Dei, y dedicado a todos los compañeros de ruta.



lunes, 21 de mayo de 2012

Jazz choto

¿Rock? Europe. ¿Tango? Guillermito Fernandez ¿Folclore? Los Nocheros ¿Jazz? Paso. Bueno, Kenny G,  Si, pero eso no es Jazz, es Muzak. ¿Qué? Muzak, esa musica para aeropuertos y baños de shoppings…

¿Qué cosa es el jazz malo?

El jazz le ofrece al oyente un excelente servicio social: viene acompañado de una oportuna pátina de intelectualidad, capaz de levantar la imagen pública de cualquier gil de lecheria.  Y este blog hinchapelotas opina que es la razón por la cual muchisima gente tiene por ahí varios CD’s de Miles Davis o de Coltrane, es decir, para pasar el filtro de un tipo como Bobby Flores, que no puede distinguir una bateria de un saxo, pero que opina “Yo no puedo hablar con nadie que no tenga dos o tres CD’s de Coltrane en su colección”. Y mas de un otario cae en la trampa, poniendo cara de entendido (que misteriosamente coincide con la de constipado) mientras espera que de una vez por todas termine el bodrio que puso para impresionar al idiota de turno.

La mejor faceta del jazz ofrece un genero valiente, libre y creativo, el que nos gusta a todos. Pero su costado nefasto le abre la puerta a los vagos que piensan que improvisan y no son más que improvisados, que no se  han dado cuenta que de saber que escala tocar arriba de qué acorde, a hacer musica, hay una distancia tan grande como la de haberse comprado el Maria Moliner (un diccionario caro) a escribir una novela memorable.

A Miles Davis no le gustaba Ornette Coleman, pero estaba clarisimo que 1) Davis decia lo que se le cantaba, 2) Era un tipo profundamente manipulador.  Pero era Miles. Me encantaria tener una lista de jazz chotisimo, de musicos onanistas que solo se remiten a repetir como loro viejo las escalas que practican durante la semana y que quieren hacer pasar como improvisacion, cuando se trata de una desprolijidad practicada ad nauseum, como los hippies que pasaban horas frente al espejo cuidando su estilo desarrapado.

Bueno, me voy con Coltrane, un pibe a quien todo le importaba tres carajos, incluyendo este tipo de discusiones.

PD: post inspirado en mis lecturas veraniegas: Miles, The Autobiography (Davis), John Coltrane: His Live and Music (Porter), The Jazz Theory Book (Levine).






miércoles, 16 de mayo de 2012

Suicidios musicales

En un post anterior hablamos de como Bruce Springsteen lanzaba Nebraska (rustico y oscuro disco semiacustico) luego del exito masivo de Born to Run. La historia reciente del rock brinda varios ejemplos de aparente "suicidio musical": discos desconcertantes que suceden a un exito masivo, implicando un brusco giro artístico. He aqui algunos ejemplos exitosos de movimientos desconcertantes exitosos, me encantaria que me indiquen otros.

Los Lobos es uno de los secretos mejores escondidos del "rock de raices", ya le dedicaremos un post entero a esta talentosisima y ecléctica banda, verdadera y duradera usina de creatividad. La pelicula La Bamba (sobre la vida del malogrado Ritchie Valens, altamente recomendable) los tiene a cargo de la remake del tema del titulo de la misma, y los lanza al estrellato inmediato. Lejos de capitalizarlo, los "muchachos del Este de Los Angeles" se mandan con "La Pistola y el Corazón" un notable disco acústico, en castellano, de canciones mexicanas. Completamente locos.

Nirvana no se quedo atras. Despues del tsunami de Nevermind, arremeten con un disco introspectivo y poco hitero: "In Utero", repleto de canciones desgarradas. Tambien los Radiohead jugaron raro con "Kid A", un disco ambicioso y "sonico", luego de su obra maestra (Ok Computer). Led Zeppelin hizo lo propio con su tercer disco. Luego de haber sentado las bases del hard rock en su segundo disco, arremeten con un tercer LP lleno de alusiones al folk celta, con letras crípticas y un patina oscura que contrasta con lo blanco de la tapa del disco.

Nos vamos con Kiko and the Lavender Moon, de Los Lobos, quizas los padres de la cumbia metafísica.